Cantopolítico: octubre 2008

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, ni participa. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

jueves, octubre 30, 2008

Paremos la máquina

Garzona dijo que fue violada, pero quería ocultar una noche de carrete. Fiscal pidió que encerraran a los jovenes sólo con la versión de la víctima. Ellos se salvaron porque dos mujeres investigaron lo que pasó.

Me sorprendió ver esta columna en LUN, pero igual buena así que la comparto.

Si yo fuera juez viviría atormentado con la idea de condenar a un inocente. Las cárceles en Chile son indignas, pero aunque fuesen limpias y humanas, el hecho de quebrar la vida de un hombre que no ha hecho nada malo me haría retroceder horrorizado. Cada vez que un inocente es condenado, todo nuestro sistema judicial se hace cómplice de un crimen.

Por suerte que hay gente que no tiene mis escrúpulos. Hace años que toda suerte de legisladores mediáticos abogan porque se le crea ciento por ciento a la víctima, dejando cada vez menos espacio para que los inculpados prueben su inocencia.

Las cifras, por cierto, apoyan a esos legisladores. La mayor parte de los que parecen ser culpables lo son. Quienes nacen en determinados lugares o con determinados padres terminan tarde o temprano en la cárcel. Pero estoy seguro que si la justicia condenara a más amigos de los legisladroes, lo que ellos llaman "galantismo"-por respetar el principio de inocencia- volvería a llamarse civilización.

Condenar al bulto escuchando sólo una parte funciona y en la mayor parte de los casos da con los culpables. Pero existe la excepción. Ese caso puede ser uno en mil (es bastante más que eso), pero basta para poner en alerta todo el sistema judicial. Una injusticia cometida por el Estado merece que nos detengamos en la maquinaria y la obliguemos a no funcionar atomáticamente, sin mirar las cabezas que corta ni las inocencias que mancha.

Rafael Gumucio, Las Últimas Noticias.

domingo, octubre 26, 2008

Pido disculpas


Sigo hinchando con la misma wea, pero es que está muy bueno el texto, lo siento xD.

Estoy gravemente enfermo. Me gustaría manifestar públicamente mis excusas a todos los que confiaron ciegamente en mí. Creyeron en mi presunto poder de multiplicar fortunas. Depositaron en mis manos el fruto de años de trabajo, de economías familiares, el capital de sus emprendimientos.

Pido disculpas a quien mira a sus economías evaporase por las chimeneas virtuales de las bolsas de valores, así como a aquellos que se encuentran asfixiados por la imposibilidad de pagar, los intereses altos, la escasez de crédito, la proximidad de la recesión.

Sé que en las últimas décadas extrapolé mis propios límites. Me convertí en el rey Midas, creé alrededor mío una legión de devotos, como si yo tuviese poderes divinos. Mis apóstoles –los economistas neoliberales– salieron por el mundo a pregonar que la salud financiera de los países estaría tanto mejor cuanto más ellos se arrodillasen a mis pies.

Hice que gobiernos y opinión pública crean que mi éxito sería proporcional a mi libertad. Me desaté de las amarras de la producción y del Estado, de las leyes y de la moralidad. Reduje todos los valores al casino global de las bolsas, transformé el crédito en producto de consumo, convencí a una parte significativa de la humanidad de que yo sería capaz de operar el milagro de hacer brotar dinero del propio dinero, sin el lastre de bienes y servicios.

Abracé la fe de que, frente a las turbulencias, yo sería capaz de auto-regularme, como ocurría con la naturaleza antes de que su equilibrio sea afectado por la acción predatoria de la llamada civilización. Me volví omnipotente, me supuse omnisciente, me impuse al planeta como omnipresente. Me globalicé.

Llegué a no dormir nunca. Si la Bolsa de Tokio callaba por la noche, allá estaba yo eufórico en la de São Paulo; si la de Nueva York cerraba a la baja, yo me recompensaba con el alza de Londres. Mi pregón en Wall Street hizo de su apertura una liturgia televisada para todo el orbe terrestre. Me transformé en la cornucopia de cuya boca muchos creían que habría siempre de chorrear riqueza fácil, inmediata, abundante.

Pido disculpas por haber engañado a tantos en tan poco tiempo; en especial a los economistas que mucho se esforzaron para intentar inmunizarme de las influencias del Estado. Sé que, ahora, sus teorías se derriten como sus acciones, y el estado de depresión en que viven se compara al de los bancos y de las grandes empresas.

Pido disculpas por inducir multitudes a acoger, como santificadas, las palabras de mi sumo pontífice Alan Greenspan, que ocupó la sede financiera durante diecinueve años. Admito haber incurrido en el pecado mortal de mantener los intereses bajos, inferiores al índice de la inflación, por largo periodo. Así, se estimuló a millones de usamericanos a la búsqueda de realizar el sueño de la casa propia. Obtuvieron créditos, compraron inmuebles y, debido al aumento de la demanda, elevé los precios y presioné la inflación. Para contenerla, el gobierno subió los intereses... y el no pago se multiplicó como una peste, minando la supuesta solidez del sistema bancario.

Sufrí un colapso. Los paradigmas que me sustentaban fueron engullidos por el imprevisible agujero negro de la falta de crédito. La fuente se secó. Con las sandalias de la humildad en los pies, ruego al Estado que me proteja de un deceso vergonzoso. No puedo soportar la idea de que yo, y no una revolución de izquierda, sea el único responsable por la progresiva estatización del sistema financiero. No puedo imaginarme tutelado por los gobiernos, como en los países socialistas. Justo ahora que los bancos centrales, una institución pública, ganaban autonomía en relación a los gobiernos que los crearon y tomaban asiento en la cena de mis cardenales, ¿que es lo que veo? Se desmorona toda la cantaleta de que fuera de mí no hay salvación.

Pido disculpas anticipadas por la quiebra que se desencadenará en este mundo globalizado. ¡Adiós al crédito consignado! Los intereses subirán en la proporción de la inseguridad generalizada. Cerrados los grifos del crédito, el consumidor se armará de cautela y las empresas padecerán la sed de capital; obligadas a reducir la producción, harán lo mismo con el número de trabajadores. Países exportadores, como Brasil, tendrán menos clientes del otro lado de la barra; por lo tanto, traerán menos dinero hacia sus arcas internas y necesitarán repensar sus políticas económicas.

Pido disculpas a los contribuyentes de los países ricos que ven como sus impuestos sirven de boya de salvación de bancos y financieras, fortuna que debería ser invertida en derechos sociales, preservación ambiental y cultura.

Yo, el mercado, pido disculpas por haber cometido tantos pecados y, ahora, transferir a ustedes el peso de la penitencia. Sé que soy cínico, perverso, ganancioso. Sólo me resta suplicar que el Estado tenga piedad de mí.

No oso pedir perdón a Dios, cuyo lugar pretendí ocupar. Supongo que, a esta hora, Él me mira allá desde la cima con aquella misma sonrisa irónica con que presenció la caída de la Torre de Babel. (Traducción ALAI)

Frei Betto, escritor. Autor de “Cartas da Prisão” (Agir), entre otros libros.

jueves, octubre 23, 2008

La plusvalía


Hablar de capitalismo es como hablar tonteras. Porque si lo nombras estás hablando weas. Algo que ya no existe, superado. Pero está acá, sigue vivo, y le llamamos con suerte neoliberalismo.

El capitalismo ha sido creado con la idea de que a través de los préstamos se logre reinvertir y seguir creciendo. Para todos es conocido que los préstamos traen consigo intereses. Aquí entra justamente la plusvalía.

Un ejemplo. Antes, la gente que compraba una casa, al adquirir el préstamo partía debiendo la mitad de su esfuerzo humano laboral de 10 años. Sin embargo, su casa tenía un valor real de uno o dos años de esfuerzo humano. ¿Cual es la plusvalía? La diferencia: 10-2. Ocho años de esfuerzo humano. (1)

Pero últimamente es aún peor. La gente ha tenido que ofrecer por adelantado la mitad de 25 años de su vida laboral para obtener la misma casa, e incluso han llegado a darse préstamos a 50 años. Aumento del valor, mismos bienes materiales: explotación.

Pera esa deuda, que no es respaldada AHORA por quien obtiene el préstamo, es comprada HOY en la bolsa, creándose dinero virtual que representa el esfuerzo humano producido hasta 2035 si sacamos un promedio ponderado aproximado. (2)

Pero no faltó el desatinado que se cuestionó que en algún momento un crédito dado a 50 años a una persona de 60 quizás no fuese nunca respaldado. Alguien calculó que quizá no era muy conveniente que un pueblo ocupase sus recursos naturales finitos para cubrir deudas siempre infinitas de años, décadas anteriores. Alguien intuyó que se estaba generando un dinero que nada tenía que ver con el mundo real, y que la diferencia entre la cantidad existente de bienes materiales y el dinero circulante se iba agrandando más allá de lo prudente.

¿Y por qué no lo vemos? Porque nunca se ha intentado comprar la totalidad de dichos bienes al mismo tiempo. Basta con que Bill Gates y unos cuantos más decidiesen materializar sus miles de millones virtuales adquiriendo el mundo para que se hubiesen dado cuenta de que no existía mundo suficiente. Pasa esto y sucede lo que ha sucedido: la plusvalía y el dinero virtual cae.

Tampoco lo vemos porque nos metieron en el juego. La gente exige que su fondo de pensión le dé lo más posible. Pero pocos saben que ese lo más posible está muy por encima del crecimiento real de los bienes. Pero al ciudadano no le importa en absoluto qué es lo que hace ese banco con su fondo de pensión. Quiere plusvalía.
Pero su fondo de pensión quiere ganar también. Es un negocio, no caridad. ¿Qué hace? Especula un poco más. Así obtiene más porcentaje del que ofrece y se queda con una parte de la plusvalía. Matemáticas elementales.

Así, vivimos esquizofrénicamente. Cuando somos inversores, exigimos el mayor interés bancario y con el menor riesgo posible. Queremos el porcentaje que nos prometen, decimos. Pero cuando vamos a comprar a tiendas y nos hablan del interés a nuestras tarjetas nos enojamos. ¡Ladrones!, reclamamos, y no nos damos cuenta de la contradicción en que vivimos pensando en ganar, cuando todo el mundo sabe que acá sólo gana la banca. Haya crisis o no.

Ya lo dijo Chomsky:

Nueve de cada diez dólares que circulan por el mundo son especulativos, virtuales, no existen fuera del papel moneda, nada los respalda.

(1) Es claro que no todas las casas valen necesariamente lo mismo, ni que los créditos sean siempre lo mismos, pero son patrones aproxiamdos que se repiten.

(2) Suelen ser más comunes los préstamos a 25 años, le otorgamos 60%. Los créditos a 10 y 50 años un 20% respectivamente. 25*0.6+10*0.2+50*0.2= 27. Estamos en el año 2008, por que la proyección es de aquí a 27 años, es decir al 2035.

domingo, octubre 19, 2008

Del montaje, mapuches y otros demonios



Testigo Protegido

¿Existe el montaje en Chile? No, no existe, dicen (casi) todos. Existía, sin certeza dicen algunos. Pero ¿hoy?, ¿montaje hoy? Pocos lo dicen. Pocos lo decimos. Y no porque seamos valientes ni mucho menos héroes. Y es que está todo tan bien encubierto que cuesta creerlo. Me costó creerlo. Pero una vez resuelta la cuestión del creer, o del confirmar, visibilizar, ya no queda otra. Denunciar es la cuestión. Comparto con Noam Chomsky que mientras la actividad científica no está al alcance de cualquiera (ya que exige una formación y una abstracción conceptual muy elevada), para la actividad de crítica política basta una cierta apertura de espíritu.

Nací igual que todos viendo en la tele a mapuches lanzando piedras contra carabineros. Nací con la cultura de que mapuches era igual a malo, y carabineros a bueno. Tan acostumbrado a estas ideas, ver la represión mapuche me parecía excelente. Había que resguardar la seguridad nacional, decían. Además, ellos eran inferiores. Nosotros en cambio, ya civilizados que aprendíamos del Viejo Continente. El mismo que nos enseña una teoría de mercado que se cae y seguirá cayendo por su propio peso.

Sin embargo, nunca me dijeron qué noción de propiedad tenía el pueblo mapuche. Ni menos aún que, no sólo españoles, sino también el Estado Chileno despojaba a mapuches de las tierras que poseían (1).

Pero ya no necesito que me digan. Digan lo que quieran. O digan nada, mejor. Me declaro escéptico a todo lo que ellos me digan. Me niego a confiar en un sistema de información que encubra el maltrato a personas iguales a mí. Me supera, me rebalsa, me desborda. Simplemente no lo tolero.

El 9 de septiembre, Relmutray (10) viajó a Ginebra junto a su tía Flor, que vive allá desde 1993, para pedir asilo político. "Existen abundantes antecedentes que indican que Relmutray ha vivido o presenciado desde su nacimiento un persistente clima de tensión y hostigamiento de parte de la policía. Ha presenciado la brutalidad policial contra sus padres y su comunidad, además de haber sufrido personalmente tratos inhumanos, crueles y degradantes", dice la declaración firmada por Reynaldo Mariqueo, werken mapuche ante la ONU.

El sueño era recurrente: carabineros de fuerzas especiales la agredían y se la llevaban detenida. Cuando estaba en Chile, a la "Relmu" como le dicen sus cercanos se le repetía esa pesadilla. Hoy, en Ginebra, sueña que a su mamá la entierran viva y con su hermano Jorge en silla de ruedas. El miedo persiste. "Ella se siente feliz, pero sigue asustada. Siente que va a estar durmiendo y va a llegar la policía a buscarla. Yo le dije que no, que por eso la mandé a ese lugar, que duerma tranquila, que es un lugar seguro, que la quiero mucho y que va a estar bien", relata Juana, que ha recibido llamados desde Suiza mientras está presa.
(2)

Una niña pidiendo asilo político. ¿Y alguien se inmuta? Nadie. ¿Por qué? Porque nadie lo sabe, porque nadie lo informa. Y así la historia se pierde. Lo que se diga son sólo rumores. Todo está bien, son rumores, sigamos.

Tampoco se informa del montaje. ¿Cómo funciona el montaje en Chile? Es sistemático y diverso. Ataca a trabajadores, estudiantes, pero de forma brutal a mapuches.

Lo principal es reconocer a los líderes. Ya lo he visto en protestas. Durante los días de movilización se dedican a grabar. Una vez reconocidos los líderes, lo importante es detenerlos. Son las detenciones selectivas. Pero esto es fácil de ver en protestas estudiantiles o de trabajadores. No es difícil identificar ni grabar.

Sin embargo, el trabajo para los organismos de inteligencia se torna más difícil si lo que se quiere es reconocer a dirigentes mapuches. Llegar a sus viviendas y conversar con ellos no es fácil. Hay todo un cerco de protección elaborado. Es por esto que se usa a Fuerzas Especiales. Con sólo conseguir una orden de allanamiento, pueden hacer mucho. Mucho daño.

Se allana, se toma por detenidos a quienes por apariencia resulten más sospechosos (porque no se sabe quienes son los líderes). Luego a los detenidos se les hostiga, tortura y se les amenaza a sus familias. Lo importante es que digan nombres de los líderes. Si los dicen, se salvan de ser condenados. Amenazados, los detenidos sueltan nombres por escrito y firman. Con esto se consigue tener una nueva orden de allanamiento ahora respaldada por testigos.

Y así el ciclo sigue hasta dar con los líderes. A éstos se les condena en juicios en donde muchas veces se consiguen testigos falsos, pero que usan capucha. Así es, la capucha también es ocupada por la justicia. Pero acá se llaman testigos protegidos. Aquí es donde se produce el montaje. ¿Y es que acaso no es raro que sólo sean condenados los líderes? Claro que es raro, pero una vez más nadie sabe, porque nadie lo informa.

Pero no es raro que el ex Juez Juan Guzmán salga defendiendo a mapuches víctimas del montaje, él se dió cuenta de lo que pasa. De hecho lo del montaje a mapuches lo escuché de su misma boca cuando en Septiembre estuvo en la Universidad de Valparaíso. Este ex Juez, si hubiese mantenido silencio, hoy sería el Presidente de la Corte Suprema. ¿Por qué? Es el Juez más antiguo y por tanto, por la tradición para elegir estos cargos, él sería electo. Pero él, igual que muchos, no pudo callar. Y defiende la causa mapuche en tribunales, y logra derribar montajes. (3)

Espero llegue el día en que la gente se dé cuenta que nos equivocamos y pidamos perdón. Que realizamos tanto daño.
Ya lo hizo Australia. También lo hizo Canadá.
Algún día tiene que tocarnos. Algún día vamos a reaccionar.
Sólo en la ignorancia somos demonios. En la verdad somos humanos y sentimos.
No me lo imagino de otra forma.


(1) Nótese que se habla la propiedad sólo como posesión.
(2) http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20081004/pags/20081004200047.html
(3) http://indymedia.entodaspartes.net/2008/06/15/montaje-a-lider-de-la-cam-se-derrumba/ .

viernes, octubre 10, 2008

El miedo global

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo a caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.

Los civiles tienen miedo a los militares,
los militares tienen miedo a la falta de armas,las armas tienen miedo a la falta de guerras.

Es el tiempo del miedo.

Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Miedo a los ladrones, miedo a la policía.

Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes, al niño sin televisión.

Miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.

Miedo a la multitud, miedo a la soledad,
miedo a lo que fue y a lo que puede ser,
miedo de morir, miedo de vivir.

Es el tiempo del miedo.

Eduardo Galeano - El miedo global

martes, octubre 07, 2008

Wall Street Socialista

El por qué de la crisis
Video cómico-político que explica cómo funciona la especulación financiera.



Es tragicómico que Wall Street se socialice ahora que hay crisis.
Todos aquellos que estaban favor de un mercado más que libre, totalmente ciego, sordo y mudo, hoy los vemos aplaudiendo la inyección de recursos para salvar el caos que produjo el infantil juego de la especulación financiera, y vemos como también aplauden la nacionalización de empresas por parte del Estado.

Al parecer socializar la educación, la salud, y en fin los servicios básicos que son un bien en sí mismo es absurdo, tonto, malo, pero socializar la codicia y la incertidumbre de unos pocos con lo de todos está perfecto y hay que aplaudirlo.

viernes, octubre 03, 2008

El Lobo

Yo no soy cazador, pero me han contado que algunos cazadores, para matar a un lobo, ellos toman un cuchillo de doble filo y cubren de sangre ese cuchillo. Después, derriten el hielo y hunden el mango del cuchillo en la nieve, hasta que solo sobresale la navaja y ahí lo dejan.

Y entonces llega un lobo, un lobo hambriento, un lobo buscando comida. Y el lobo huele la sangre y se acerca al cuchillo y lo empieza a lamer, tratando de comer. Y obviamente, al lamer la navaja, se corta la lengua y empieza a sangrar, pero el lobo tiene tanta hambre que cree que está alimentándose y sigue bebiendo y bebiendo chupando su propia sangre, de su propia boca, hasta que muere.

Esto, esto es lo mismo que hace el capitalismo con todos nosotros desde el primer momento en que nacemos. Si miramos nuestro alrededor la gente esta infectada con esta especie de enfermedad, donde creen que están logrando algo, algo que les permita sobrevivir.

Entonces compran un auto y dicen los ricos tienen auto, bueno ¿por qué yo no puedo tener un auto? Y se compran celulares y dicen, bueno los ricos tienen celulares ¿por qué yo no puedo tener? O se quieren comprar una casa y dicen los ricos tienen casa, yo también quiero tener eso. Y harían cualquier cosa por lograr tener esas cosas que nos ofrecen los ricos, y así creen que están obteniendo algún beneficio, algo que los va a alimentar, que les va a permitir vivir mejor, pero en realidad se están suicidando, como el lobo, y están muriendo lentamente y no se dan ni cuenta.

Eso es lo que le pasa a nuestras comunidades ¿me entienden? Es exactamente lo que pasa en las poblaciones, donde los pobres se matan entre ellos con cuchillos o balas o con la pasta base. Y en vez de echarle la culpa de todo esto al cazador que puso el maldito cuchillo en el hielo para matar al lobo, en vez de apuntar al verdadero asesino, lo que está pasando es que le echan la culpa al lobo que lo único que quiere es comer para poder sobrevivir. No se puede culpar a la victima del crimen, hay que denunciar al opresor, el capitalismo, el poder del dinero. Ése es el enemigo, era el enemigo hace 500 años cuando llegó a América usurpando tierra y matando gente, y es el enemigo hoy día cuando nos mienten diciéndonos que nuestros problemas son nuestra propia culpa y que no tiene nada que ver con la riqueza de unos pocos

Y nos hablan de crecimiento, de progreso, de reactivar la economía, pero cuando alguien hunde un cuchillo en tu espalda 6 centímetros y después lo saca 3 centímetros, eso no se puede llamar progreso, porque el daño ya está hecho.

Los millonarios necesitan que haya pobres, muchos pobres, millones de pobres, pa’ poder seguir siendo millonarios. Son los peces grandes que tienen que comerse a los peces chicos.

Ellos, su egoísmo, su cultura, ellos son nuestro enemigo. Y nosotros lo reconocemos.

Por eso hoy combatimos desde el hip-hop, haciendo arte en la calle con poesía y barricadas, creando organización, creando conciencia, enseñando el amor y no nos cansaremos, no nos rendiremos. Queremos un mundo mejor para todos, donde nadie tenga que morir intentando sobrevivir. No descansaremos hasta sacar ese cuchillo del hielo para dirigirlo contra los verdaderos culpables, contra los poderosos que se esconden tras murallas y disfraces, pero que ya no nos engañan, no nos engañan.

Subverso - El Lobo