Siguiendo con la idea de Krishnamurti de llevar a la mente un revolución radical, quiero hablar sobre una idea que pienso debemos cambiar en nuestras mentes: la superioridad.
¿Qué es lo que nos ha llevado a hablar de superioridad? Paradójicamente pienso que es por lo mismo que habituamos a creernos superiores: por nuestra capacidad de razonar. Pero yo lo veo como un razonamiento vago, que nos lleva a creer, porque es una creencia, algo muy abstracto.
No tengo grandes conocimiento de historia, ni de antropología ni nada de eso. Pero creo que no es necesario tenerlos para hablar de dos hechos que considero bien simples del desenvolvimiento del ser humano.
El primero, es acerca de la comparación que hacemos nosotros con los demás individuos. Es claro que los aires de grandeza de ciertas personas por sobre otras es aún un hecho latente, pero no es menos cierto que dichas manifestaciones han ido siempre en descenso. La historia lo confirma: de la esclavitud al trabajo asalariado, de las dictaduras a las "democracias", de un dios personal a uno impersonal, etc. Cada vez suena más absurdo tener ídolos.
El segundo, es acerca de la comparación que hacemos nosotros, pero con las demás especies. Acá el grado que nos otorgamos de superioridad es tremendo, y la mayoría de los individuos en nada se exaltaría si alguien dijiera: soy superior a un animal. Nada terrible, al parecer.
Pero analicemos la cuestión, partiendo por el primer asunto. Decir que yo soy superior a otro individuo es una idea. Yo pensé esa idea. ¿Cuál es el hecho? ¿Que soy superior o que lo pienso? Claramente es lo segundo. Entonces la idea está en mi cabeza, la pienso, y por lo tanto es algo abstracto aún, nada material. Aparecen entonces los individuos que me dicen "hago más rápido mi labor en comparación a muchos que hacen lo mismo que yo, avanzo de una forma que ningún otro lo hace". Ese es el hecho, y yo no tengo ningún problema en reconocerlo. Que fue más rápido, ágil, lo que sea. Y sobre la base de ese hecho, claramente material, hecho en sociedad, nos saltamos a la idea abstracta. Soy superior porque soy más rápido, que sería equivalente a decir: Soy superior porque yo definí lo que es ser superior. Pero eso es verdadero porque yo definí los parámetros de la superioridad. Pero es falso en cuanto a la sociedad. ¿Qué le importa a la sociedad la superioridad que él dice tener? Nada si es que no aporta y sólo explota. A la sociedad no le importan los seres superiores. A la sociedad le interesan aquellos con la capacidad de ser útiles. ¿Qué le puede importar a la sociedad un genio que no aporta nada? Si la sociedad tiene que elegir entre un genio en cualquier ciencia, pero que se niega a realizar cualquier investigación, o a un panadero, un zapatero, un amante de las ciencias que no consigue grandes resultados, pero que se esfuerza, que acepta cumplir su trabajo en condiciones que aseguren su dignidad, ¿a quién elegirá la sociedad? Sin duda no será al genio. Entonces resolvemos que superioridad es una idea muy individual, y que en nada se conecta con la sociedad. ¡La sociedad no nos otorgó esa idea, esa es la cuestión! Los seres primitivos no hacían sociedad, su inteligencia aún estaba nublada y su razón en pañales. Fueron ellos quienes crearon esa idea. No tenían necesidad de asociación, reinaba la ley del fuerte sobre el débil. Pero del momento en que la tierra se pobló gradualmente fue más necesaria la asociación. Y como la sociedad es la igualdad del fuerte y el débil (en el sentido de sus características físicas naturales) que se otorgó por medio de la razón, entonces eso implica que en sociedad la idea individual, primitiva de la superioridad dejó de existir. Es la burla. Es la sociedad la que hoy, de manera natural por las necesidades del medio en que vivimos la que define las ideas. Nótese que ocupo la palabra idea. Porque no me interesa definir el concepto exacto, ni fijar palabras. Si fuese más fácil hablar que la superioridad es la inferioridad, y que la inferioridad es la superioridad, y así nos entendiésemos, no tendría ningún problema en plantear la misma idea. Defínanme las palabras como se les antoje, de cualquier forma podré plantear mi idea.
Sigo entonces: la idea de superioridad es individual, propia de los individuos, pero sin duda no es materializable, es algo abstracto, algo absurdo, es la burla, vuelvo a insistir.
Para la sociedad los únicos individuos superiores son aquellos con la capacidad de ser útiles, los con la capacidad de producir. Si alguien no aprovecha su capacidad de ser útil, se vuelve un inútil y no tiene derecho a reclamar nada a la sociedad. ¿Pero se vuelve inferior? Claro que no. Porque si se anima a trabajar empezaría a ser útil, empezaría a ser superior. Pero él era inferior. Queda demostrado entonces que la idea de superioridad, no es una idea social. Y de que si todos podemos ser superiores, para la sociedad no tiene sentido hablar de superioridad, porque es lo mismo que igualdad. Para la sociedad sólo tiene sentido hablar de diversidad.
Pasemos al segundo asunto, que resulta ahora más trivial. Si mi razonamiento fue correcto, tenemos que como idea social la superioridad no existe entre individuos. Entonces cabe cuestionarse, si la superioridad entre indivudios no existe como idea social, ¿la superiorridad entre especies existe como idea social? ¿y como idea especista? ¿Somos superiores a las demás especies? Como idea social pareciera que sí, y lo analicaré inmediatamente. Pero antes entendámonos que como idea especista no existe, jamás.¡Porque acá es mucho más claro que como idea especista no existe! ¡Literalmente las demás especies no tienen idea!
El racista viola el principio de igualdad al dar un peso mayor a los intereses de los miembros de su propia raza, cuando hay un enfrentamiento entre sus intereses y los de otra raza. El sexista viola el mismo principio al favorecer los intereses de su propio sexo. De un modo similar, el especista permite que los intereses de su propia especie predominen sobre los intereses esenciales de los miembros de otras especies. El modelo es idéntico en los tres casos. (Isaac Singer)
¡Lo que no parecería terrible, al parecer lo es! ¡Somos especistas!
Porque la cuestión no es "pueden hablar" sino ¿pueden sufrir? y más a aún ¿pueden ser útiles?. Resulta de acá que el razonamiento es el mismo. Nos creemos superiores porque somos más ágiles, más productivos. Creernos superiores a los animales no es siquiera una idea social. Pero no confundamos, porque es en un grado distinto. Que como idea social sea imposible hablar de superioridad con respecto a los animales, no quiere decir que hacemos sociedad con éstos. La abeja que produce miel, los extravagantes murciélagos amazónicos que nos horrorizan, pero que mantienen el equilibrio de los bosques, y éstos a la vez el del caudal del río, no son nuestros asociados y nadie pensaría en ellos para principios de economía. Pero su supervivencia nos es útil en cosas tan vitales como el agua. Desde el momento en que tienen la capacidad de ser útiles, no tiene sentido hablar de superioridad. Tiene sentido hablar de que no son nuestros asociados, ya que ningún pacto expreso o tácito es posible, porque no puede haber consentimiento. Pero en cuanto nos son útiles y en cuanto tienen la misma capacidad de sufrir, merecen de nuestra labor respeto y cuidado.
Resumamos. La superioridad es válida como idea individual. No es entonces materializable si no se funda en ningún hecho en sociedad, y es por tanto abstracta. Si es sólo abstracta, no me da ningún derecho a nada. Ni el hecho por si sólo da ningún derecho. Que los hombres sigan pensando en ella es posible y hasta cierto punto sano, porque corresponde a una característica primitiva de nuestros antepasados. Pero del momento en que intentamos materializarla pierde toda su inocencia, su carácter sano, porque rompe con la armonía propia de la realidad y su naturaleza. Ahí es donde se vuelve odiosa, y es por eso que incluso sin necesariamente damos cuenta que ningún sentido tiene en la realidad actual, sin ser conscientes de eso, siempre en la historia social ha molestado nuestras conciencias, manifestándose en la eliminación o el aborrecimiento de ideas como monarcas, reyes, dictadores, etc.
CoN$PiRaZioN - No Soy el Mejor
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