Cantopolítico: agosto 2010

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, ni participa. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

viernes, agosto 27, 2010

Los “Manuscritos Matemáticos” de Marx

“Marx y yo fuimos, por cierto, casi los únicos que salvamos la dialéctica consciente de la filosofía idealista alemana para traerla a la concepción materialista de la naturaleza y de la historia. Más para enfocar a la par, dialéctica y materialísticamente, la naturaleza, hay que conocer las matemáticas y las ciencias naturales. (…)” (Friedrich Engels)

Por Julio Mosquera.

Marx y Engels le dedicaron un tiempo y esfuerzo considerable al estudio de las ciencias y las matemáticas. Ellos reconocían su importancia para una interpretación correcta de la realidad. En particular Marx reconoció la importancia de las matemáticas y se dedicó a estudiarlas, aún en momentos en que su salud se debilitaba, con seriedad. Él consideraba que con las matemáticas podría modelar aquellos fenómenos de su interés para develar el comportamiento del capitalismo. Al estudiar las matemáticas avanzadas de su época se encontró que éstas eran tratadas de manera “mística” en los textos que tuvo a su alcance. Se dedicó entonces a escribir sus propias interpretaciones de los límites y las derivadas, como dice Paulus Gerdes (1983), quitándoles el velo de misterio.

Los “Manuscritos Matemáticos” de Marx son una de sus obras menos conocidas. Las escribió en 1881, y fueron mantenidos fuera del alcance del público en general por muchos años por razones poco claras. La primera edición en ruso apareció unos cincuenta años después de la muerte de Marx. La única versión en español (o gallego) de la que tengo información fue publicada en 1987. Para muchos esos manuscritos no agregan nada importante a las matemáticas, a la pedagogía de las ciencias matemáticas ni a la propia obra de Marx. En esta serie de tres cortos artículos trataré de mostrar que esa opinión generalizada es errónea. Y aprovecho para hacer un llamado de atención a los revolucionarios para que se dediquen al estudio de las ciencias y las matemáticas. Hago un llamado especial a los profesores para que asumamos la defensa de la enseñanza de las ciencias y las matemáticas en todos los niveles y modalidades, o subsistemas, de nuestro sistema escolar. Hay que prestarle especial atención al ataque de los post-modernistas contra las ciencias y las matemáticas, y su enseñanza, porque ese mensaje gana cada día más adeptos y adeptas. La burguesía, y sus aliados, está muy interesada en que los hijos e hijas de la clase trabajadora no se apropien del conocimiento científico.

En su discurso ante la tumba de Marx, Engels dijo, refiriéndose a la obra intelectual de éste:

“(…) Pero no hubo un solo campo que Marx no sometiese a investigación —y estos campos fueron muchos y no se limitó a tocar de pasada ni uno solo—, incluyendo las matemáticas, en que no hiciese descubrimientos originales.

Tal era el hombre de ciencia. Pero esto no era, ni con mucho, la mitad del hombre. Para Marx, la ciencia era una fuerza histórica motriz, una fuerza revolucionaria. Por puro que fuese el goce que pudiera depararle un nuevo descubrimiento hecho en cualquier ciencia teórica y cuya aplicación práctica tal vez no podía preverse aún en modo alguno, era muy otro el goce que experimentaba cuando se trataba de un descubrimiento que ejercía inmediatamente una influencia revolucionadora en la industria y en el desarrollo histórico en general. (…)” (énfasis nuestro) (1)

¿Cuál es el contenido de los manuscritos matemáticos de Marx? A continuación presento una traducción propia del índice de los manuscritos (versión de New Park Publication, 1983)

Sobre el concepto de la función derivada
Sobre la diferencial
Borradores y suplementos sobre el trabajo “Sobre la Diferencial”
Algunos suplementos
Sobre la historia del cálculo diferencial
Teorema de Taylor, teorema de MacLaurin y teoría de Lagrange de las funciones derivadas
Apéndice al manuscrito “Sobre la historia del cálculo diferencial”. Análisis del método de d’Alembert

¿Por qué los soviéticos mantuvieron tanto tiempo sin publicar los Manuscritos Matemáticos de Marx? Por un lado pienso que los matemáticos no llegaron a tomarse en serio el trabajo de Marx. Hecho que no nos debería extrañar, especialmente entre matemáticos al servicio de la burguesía, por la dura crítica que fue sometida toda la obra de Marx. Los trabajos de Engels no escaparon de los ataques de los mismos críticos. Por ejemplo, en una nota al pie de página, en una edición en español del Anti-Dühring, Manuel Sacristán afirma que:

“En todo caso, Marx ha supervisado el trabajo de Engels en el Anti-Dühring. Es incluso muy probable que la desorientada concepción del cálculo infinitesimal que expone Engels en el Anti-Dühring proceda de Marx. De Marx se conservan más de 1000 folios con cálculos y reflexiones matemáticas que el Instituto soviético no ha editado hasta ahora (probablemente con muy buen acuerdo).” Manuel Sacristán, Barcelona, 1º de Mayo de 1964. (2)

Por el otro lado pudo tratarse de meras razones políticas. esta es la posicón que sostiene el economista brasileño Sylvio Massa de Campos, quien recientemente publicara un libro titulado "Notas sobre los manuscritos matemáticos de Karl Marx". Para Massa de Campos:

"Los soviétivos escondieron esos estudios de Marx por más de 50 años por razones puramente políticas. Si hubiesen aplicado cálculos económicos y técnicos lo splanes quinquenales industriales de la antigua Unión Soviética no se habrían aplicado en su totalidad. Siendo Marx, Engels y Lenin los cconstructores ideológicos de la antigua Unión Soviética y siendo él un estudioso de las matemáticas, sólo había una salida para los soviets: "esconder" los estudios de él en ese campo. Entonces, el mundo se quedó sin acceso a la obra, sin embargo Engels, en 1883, en el discurso del entierro de Marx, había resaltado sus estudios matemáticos." (traducción del autor) (3)

Los enemigos del marxismo lo atacan despiadadamente por todos los flancos. Los trabajos de Marx, Engels y otros marxistas sobre ciencias y matemáticas no escapan de estos ataques. Para responderle es necesario conocer a fondo, estudiar sin prejuicios esos trabajos científicos. En nuestra respuesta tendremos que estar dispuestos a reconocer, si ese fuera el caso, posibles limitaciones en esas obras.

Sigamos el ejemplo de Marx, quien se dedicó seriamente al estudio de las matemáticas y las ciencias, incluso como recurso terapéutico para aliviar el sufrimiento de las enfermedades.


domingo, agosto 22, 2010

Entender es transformar lo que existe


Lo que hemos recibido en toda esta discusión, es una reflexión sobre si podemos lograr un cambio radical en nuestras mentes. No aceptar las cosas tal y como están, sino entenderlas, intuirlas, examinarlas, con el corazón, con la mente, con todo el ser, para encontrar una manera diferente de vida.

Pero depende de ti y de nadie más.

Porque en esto no hay docente, ni alumno. No hay líder, ni gurú. No hay maestro ni salvador. Tú mismo eres el maestro, el alumno, el gurú, el líder.

¡Tú lo eres todo!

Y entender es transformar lo que existe.


jueves, agosto 12, 2010

Palabras Anti-Oxidantes



Como se lo estoy diciendo. Somos soy, la extensión natural sobrenatural de cierta cascada de tiempo empujada hacia el infinito. Hoja, rama, pétalo, brote, semilla, tallo, flor, gota de sangre de tinta, de lluvia, de sudor agudo, esdrújulo, grave, tónico de estalactitas forradas de manos invisibles que golpean a diario la puerta del cielo aquí en la tierra.

Grito, reclamo, me enrosco, pataleo, leo, me extiendo, reflexiono, sufro, amo y odio. Y en eso vamos amasando ideas y sueños como panes populares que nos alimentan contra el hambre, las necesidades y carestías internas que abundan en el ambiente.

Estas letras garabateadas que ve no son fruto de la coincidencia o cierta sapiencia accidental que ha venido, cual inocente cenicienta, a calzar justo en mi delicada y fina patita.
Aquí hay ejemplos silentes, aquí hay actos heróicos de como preparar un almuerzo con dos papas por ejemplo, como reparar los techos con clavos viejos, doblados y oxidados, como caminar desiertos y forestas con zapatos prestados, como sobreponerse al dolor diario.

No, no y no pues Señora, caballero, Compañero.

Cuando le fallaron las cañuelas, cuando el estómago graznaba de descontento siempre hubo un alguien mirándolo aquí, allá, por ese y por este lado.

Cuando llegaron tres solamente a la reunión, cuando no llegó nadie, cuando la miraron como bicho raro por andar hablando de ideales y justicias para el ser humano. Yo nosotros, escuchamos esas carcajadas, también me reí, nos reímos, es que usted habla tan así como bonito, no sé si me entiende, no lo tome a mal. Pero esa parte de Otro Mundo es Posible le sale como de adentros.

Cuando anduvo dando la hora sola en la marcha con dos pelagatos más y a nadie le importaba su retrato en el pecho o el clavel en la mano. Ahí siempre hubo un alguien mirando, escuchando así como que no quiere la cosa, pero prestando atención de todos modos.

Lo mismo con el casa a casa, con el tríptico medio fulero que sacaron, con la revista de dos números y medios, con el puerta a puerta, con el mitín relámpago, con la barricada, el miguelito y el neumático.

Y la coordinadora y el centro cultural, y la junta de vecinos y barrio organizado, y la olla común y la radio clandestina, y la huelga y el tunazo y el bombazo.

Y vamos Chile caramba Chile no se rinde caramba.
Me dicen que algo así decían o gritaban. Que era bien pegajoso el gritito ese, cosa que me consta porque no fue sino hace poco, que en unas batucadas mitad vacilón, mitad revolución el grito ese salía de miedo, de cuco.

¿Me hago entender? ¿Me va captando? No crea que no me tomo en serio su esfuerzo, la sangre derramada, las lágrimas infinitas, las puteadas de impotencia. La muerte mordiéndoles a todos un poquito, de cuerpo entero, sólo los ojos, sólo los brazos, sólo los corazones pero mordisco al fin y al cabo.

Y es que las cicatrices sociales no se borran con el tiempo, no desaparecen por mandatos. Si son profundas se mueven un poco hacia rriba, un poco hacia bajo, se achican, pero siempre están ahí. Y que bueno que sea así, que nos sirvan de dato, de escarmiento y reflexionamiento (no existe la palabra pero me obsesiono con la rima)

La penosa Cosmoagonía de vernos sangrar a diario, la sacrosanta casta caducidad de las heridas de guerra que llevamos tatuadas en la mirada y que algunos pretenden torpemente enterrar en otro tipo de oscuridad nuevamente, ahora, quizás, ¿Oscuridad civilizada podrán llamarle?
¿Quién no he tenido las rodillas peladas, o las manos o los codos? Que levante la mano el que no tiene una cicatriz menuda en la pera. Así se va aprendiendo y avanzando.

La historia de la humanidad se remonta exactamente a: hartos años, muchos años atrás. Y no importa la fecha, lo que importa es la cosecha. Y estamos empezando no más. Si hace meros 300 años atrás, a mí por escribir esto me estarían rostizando dando vueltas en un palo y a usted por leerlo pegándole sus chapuzones en algún río metida en un saco.

Entonces, Vamos Carajo que recien se está armando.

Despreócupe de una vez, Llego el relevo. Sí, es cierto, no somos los mejores, pero tampoco somos los peores. Nos vamos a mandar una que otra cagadita, pero con cariño, las faltas intrísicas axiomáticas, inherentes de críos tirados a grande.
Sindicato ilegal de hormigas irreverentes, colmena de abejas que denuncian las penas, ovejas negras del rebaño y de manada estampada de sonámbulos que habitan las oficinas y las casas.

Tampoco se me deprima por los que no están. Ni ustedes, ni nosostros en un lapso de tiempo mesurado, estaremos. Pero así tiene que ser, ¿Se imagina infinitos, eternos? Unos antes, otros después, unos a la mala, otros tranquilos en el regazo de una cama. Pero es que así es la cosa, elegimos este lado, el de los vapuleados. El de los de pocos recursos, pocos medios y camión de problemas y atados. Asi están las cosas. Al que no le gusta o le da su poco de miedo el asunto que se baje, que se tire a los brazos privados que ahí sabrán bien como atenderlo.

Así no más es la cosa. Aquí a nadie se le tiene amarrado o estafado con cuentos.

Al que le guste la cueca, el tango, el flamenco, la salsa que se lo baile hasta el final, sino, que se vaya a su rincón donde se han ido miles. Que por allá se tome un descanso de monedas, que se abanique con su buen fajo de billetes y delegue responsabilidades en algún gil de utilería que se mueva al compás de escribano de discursos baratos.

Y si no le gusta el equipo, cámbiese pos oiga. (¿Sí o No?) Siga el camino de ciertas mucamas gubernamentales o intelectuales y dedíquese a sacarle el polvo al piano de los señores, a sacudir sus cortinas, a lavarles los calcetines a los banqueros ó a escobillarle los calzoncillos a los empresarios, o tal vez apuntar a través de sus ventanas los posibles rebeldes insumisos.

¿Estoy o no estoy equivocado, le doy o no le doy al clavo?

En esta hora que nos tocó pernoctar, es bien poco probable que veamos terminar la noche. Para qué vamos a andar con cuentos que falta poco. Que mero amanece.
Si es que, quizás, con mucha suerte nuestros nietos, tal vez hasta tataranietos podrían ver una ¿tremenda y significativa? revolución social, cultural, espiritual o algo por el estilo en la historia de la humanidad. Quien sabe.

El asunto es que, la rueda de la historia se mueve tan despacio que uno mira y no hay ningún avance, todo luce empantanado, lleno de barro y guijarros, pero, al igual que los continentes así son las moles o montañas sociales, se separan o se unen, así se separará la miseria del hombre. De a poco.

Sino que hablen los negros, que hace sólo un par de años atrás, ni derecho a asiento en los buses tenían. ¿Y ahora? Sin duda, más de algún negro lo habrá visto todo negro y habrá dicho su; ¿Qué sacamos con tratar de hacer algo? ¿A quién le hemos ganado?

¿Tengo o no tengo razón? (No me responda) ve que tiene que ponerle el hombro no más, y si quiere pegarse su descansadita, adelante, merecida no más. (Pero el que nació chicharra…)

Soy somos el peldaño, el otro escalón, mitad de ola y espuma fragmentada, coro bruñido que se repite en el tiempo, el bis propio, el canto que está por cantarse, la palabra que no ha sido escrita ni arpegiada, la piedra pequeña que duerme en los ríos.

Y que se caiga la maldita techumbre de podredumbres sobre mi cabeza ahora mismo y me muero contento. Y que se hunda y funda la tierra y me trague entero, me muero contento. Porque me voy a morir igual y eso sólo les pasa a los vivos, no a los muertos de adentro, no a los que han vendido el alma, pellejo, costal de huesos y ligamentos, espíritu, enlace bioquímico neuronal o como se le plise llamarle, al consumismo y el hedonismo. (Y algunos al Hediondismo)

No se trata de ser el perro entrenado por amables y sabios amos para repetir y saltar bajo la consigna de ciertas pancartas que uno no entiende, pero de tanto verlas u oírlas a uno se le han quedado pegadas. Se trata más que eso, se trata de combatir aquello que es tan real que no resiste órdenes, mandatos ó debates filosóficos o políticos al respecto. La miseria existe, las injusticias existen y deben combatirse. Punto final de la discusión.

(¿Cómo deben combatirse esas injusticias?) (No me pida tanto tampoco)

Tampoco se me achicopale pensando en que muchos de los que deberían estar no están. Que tienen rabia contra el mundo, contra la crueldad a la que se es expuesto por defender ideales. Que somos dinorevolucionarios y andamos predicando consignas Políticas-Paleolíticas, en vez de hacernos de una carretilla y una pala para ver a quién o a qué le sacamos provecho.
O de esos que les gustó el canto de sirenas que salen en la tele y no hay cómo hacerles entender que el mundo no es ese. Usted sabe, Siempre habrá exegetas que lean las cosas al revés. Por lo mismo, Más vale pájaro en mano que cuchillo de palo.

Hay bandada de palabras que se anidan en los ojos allá en mi patria, puñado de letras arrojadas al surco blanco que espera la caricia lejana de una mirada tibia.
Hay de carnaval de flechas frustradas, rotas y enterradas en el cielo que nos sostiene, pero
el arco social es el mismo que empuja y puja con la misma fuerza de siempre.

Sin embargo, ésta no es Elegía para consolar a los muertos.
Entonces, Afírmense muchachos que esta noche salgo a bailar cumbia con los muertos.

No nos esperen en los cementerios. Y yo me bailo un Twist con los fusilados aunque me acusen de Hereje. Y no se trata de ser payaso o guasón del dolor, pero tampoco tener el caracho vitalicio de algunos compañeros que sólo sirven para atender funerarias.

Se lucha por amor. Amor igual a felicidad, Felicidad igual a quítese la cara de acidez permanente por la lucha.

Y tal vez es de Pero grillo que canta despacito por las noches, pero siempre, en un momento cualquiera, emerge la pregunta ¿Vale la pena hacer lo que hago, lo que hacemos? ¿Vale el esfuerzo y romperse el pescuezo en pos de una causa?

Miramos en rededor y todo parece igual, terriblemente igual. Las pequeñas olas que ululan los mares urbanos y rurales no sirven más que para limpiar y revitalizar ciertas playas privadas hacia orillas que serán blancos y flancos de pisoteos preconcebidos.

Las acusaciones no se hacen esperar, éstas no son nuevas, fueron las mismas en el medioevo, las mismas en la antigüedad, serán las mismas en un trazo largo de futuro aún por descubrir. Que somos novelescos, soñadores, utópicos, inmaduros, poco ambiciosos, inadaptados, amargos, viejos anticipados, vinagres, torpes, ilusos, románticos quijotes derrotados, locos de atar que no acumulan riquezas y sólo tristezas, las propias y las ajenas.

Y observamos a esos que ríen con ganas amplias, que caminan rápido hacia las tiendas, que caminan altivos con sus productos nuevos, que aceleran sus automóviles para que sepamos que han pasado. Que hablan fuerte y sonoro en las rúas y en los metros para que notemos lo nuevo de sus adelantos. Esos que reflejan sus caras de felicidad en ciertas pantallas planas como sus vidas y se acuestan tranquilos y en paz.

Y disculpe la redundancia en abundancia, pero le insisto, como si no fuese posible que en este mismo instante que leemos, se nos cayera el techo sobre la cabeza y nos borre para siempre de la faz de la tierra, como si no fuese posible que se hunda el piso donde habitamos y nos trague un infierno de piedras y huesos desconocidos.

Que el corazón simplemente se detenga, que el cerebro nos explote y quedemos mirando para siempre un horizonte inexistente. O tal vez una puñalada de humo, ó un fragmento de ventana despechada se nos clave en el cuello. El pestañeo de un conductor nos reviente las entrañas, un rayo nos rompa de una sola vez la cáscara que nos cubre.

Que bueno sería saborear dos gotas de muerte cada día para tomarle el gusto a la vida.

Y ha pensado en aquellas noches en que el sueño le va acunando despacio sí…
¿Despertarás la próxima mañana? ¿Quién te dijo que siempre despertarás al día siguiente?

Donde la edad no tiene absolutamente nada que ver en esta tómbola llamada vida.

¿Y sino despertaras? ¿Qué te faltó por decir, por hacer, por gritar? ¿Cuántas deudas internas te llevas a la tumba? ¿Qué harán con tu reloj, quién se quedará con tus apuntes, con tu fiel carro? ¿Cuántos te quiero te faltaron? ¿Cuántos esfuerzos no dados? ¿Cuántos sacrificios u oficios no profesados? ¿Cuántas disculpas, cuantos perdones, cuántos abrazos te faltaron?

Y si despertaras la próxima mañana, ¿Qué harías distinto?

Por lo tanto. En Pleno uso y abuso de mis incapacidades intelectuales vengo a exponer autos y otros sí en lo siguiente:
No le digo que de un suspiro de alivio o que exclame, ¡Oh, Recorcholis! ¡Estamos Salvados!
No, para que le voy a estar tratando de meter gato por chupacabras, pero, lo intentaremos. No es malo. (Nunca dije que teníamos el asunto resuelto). Permítame entonces, decirle mi excelentísima Arquéologa de la memoria, Calandria de calles y avenidas, eso es lo más importante, no somos millones, acaso miles. Pero ahí radica la gracia, tenemos esa chispa hereditaria que brilla bajo el agua, Pasta y mezcla de aguerridas, candidatos a filántropos, héroes anónimos, solidarias todas, esforzadas las más y aspirantes a mártires por el prójimo los otros.

Pájaros multicolores que cantan desde distintas ramas, desde distintos árboles, pero que siempre trenzan el canto anunciando la buena nueva de un amanecer distinto.

Con Infinito afecto a mi Maestra, Amiga y Compañera; Adriana Goñi Godoy.

jueves, agosto 05, 2010

Variaciones a la introducción a la vida no-fascista de Michel Foucault


x Fesal Chain

Discursos fascistas

A propósito de este texto y del estilo permítanme esta vez reflexionar, pero también ser un poco traductor-intérprete, como si fuese una especie de secretario de algún empingorotado o sencillo personaje de estado, algo así como el funcionario de un dignatario o dignataria (merece algo de humor la cuestión).

He mantenido un relativo silencio, porque las múltiples tareas a las que he estado abocado lo requerían. Al menos el silencio del que no escribe. Pero hay un silencio especial, que sí tiene un por qué de mayor profundidad o más bien recóndito. Pero lo escribiré, a fuerza de sinceridad como casi siempre me planteó el oficio. Hace ya varios meses, he estado leyendo textos fundamentales y fundadores del nacionalsocialismo, muchos meses. Y por qué no decirlo, causan más allá de la típica contra propaganda y de los libros al estilo Mi Lucha o Mi Doctrina, un cierto revuelo interior, una cierta exaltación. Pero al mismo tiempo he estado leyendo a dos autores, y debería decir re-releyendo a dos autores y por intermedio de ellos a un tercero. A Deleuze, a Guattari, y a Foucault. Sus antípodas. Es la mismísima dialéctica. La del fascismo en su máxima expresión, la del antifascismo en su máxima expresión.

Le he leído a amigos y amigas textos de Joseph Goebbels sin nombrarlo y oh paradoja hombres y mujeres de izquierda, han visto sus propios odios y sus expectativas, han visto y olido sus propias dificultades, limitaciones y sentido sus potencialidades de voluntad y acción: Yo me pregunto, y me gustaría que se preguntasen, qué sienten ustedes, nuestros izquierdistas lectores con ciertos extractos de estos discursos?:

“La magnitud de una meta está siempre en relación directa con la magnitud de aquello que se está dispuesto a arriesgar por ella. Cuanto más alto es lo que se quiere, tanto más alto lo que se ha de aventurar por ello. Lo último siempre puede ser sólo ganado arriesgando la vida. En esto se diferencia un movimiento revolucionario en forma definitoria de un simple partido parlamentario: el parlamentario persigue sólo coparticipación en el sistema y para ello arriesga, a lo sumo, el prestigio y la continuidad de su partido. El revolucionario quiere todo o nada. (...) Y para ello aventura el precio más alto que seres humanos pueden en esta tierra arrojar en la balanza de la decisión: arriesga por ello su vida. (Porque)poner en juego la vida es también la única e infalible pauta para la honradez de un espíritu revolucionario y para la veracidad de sus portadores. Exponer la propia vida, a ello también el hombre de sentir heroico sólo está pronto cuando cree en la magnitud de la meta fijada y está ciegamente convencido de la necesidad de su logro. No es cierto que el hombre de cualquier modo y sin motivo entrega voluntariamente su vida. Nadie muere gustosamente, tampoco el héroe. La frase de la muerte dulce por una causa, esa se la dejamos a los bardos burgueses. La muerte es siempre amarga, y sólo se acepta confortado y sin protesta, cuando se va a morir por una meta por la cual vale la pena entregar una vida. (...)Un sistema cuyos representantes no están ya dispuestos a morir combatiendo sobre sus escaleras, está destinado a sucumbir. Caerá cuando se le oponga una idea que porque es más grande, más arrebatadora y más viviente, determina a sus portadores estar prontos a morir, a la lucha y a abrir brecha”. (1)

“(...) Un pueblo en armas. Desde la mina y el taller, del aula y de la oficina afluimos a las banderas, que ondeaban orgullosamente sobre una Patria libre. No combatimos y nos sacrificamos por acciones y valores bursátiles: vimos amenazado a un pueblo al que también pertenecíamos por nuestra fe. Durante cuatro años estuvimos afuera en el lodo y el hambre, tiesos de barro y de sangre. Jamás una generación tuvo que soportar algo tan terrible como nosotros. Pero también jamás fue defendido un destino tan grande como aquél por el cual arriesgábamos nuestra santa vida. Al lado nuestro caían amigos y camaradas. La muerte hizo terrible cosecha entre nosotros, pero no nos acobardamos. En cada tiro que tirábamos, en cada golpe que dábamos, en cada grito que gritábamos, tiraba y golpeaba y gritaba también algo grande y nuevo. (...) Afuera, en los frentes, dejamos a nuestros muertos, cuyos huesos se desvanecían en los sepulcros. (...)Los caños de nuestros fusiles se enfriaron. No los adornamos con flores, porque los otros habían vencido, y nosotros fuimos forzados a ponemos de rodillas. Pero los corazones permanecieron ardientes. (...)Mayor no puede ser el amor que cuando uno da su vida por los suyos. 。Recuérdalo siempre! 。No por lo perecedero subimos a la morada de los muertos, sino por lo imperecedero, (...) ! Os saludamos, los que estáis parados sobre nuestra sangre y lucháis. El cielo da la libertad a un pueblo cuando merece la libertad. (...) ¡Levantaos y exigid! Tenéis el derecho que hemos adquirido para vosotros: el derecho de los muertos sobre los vivos. (...)Nosotros hemos abierto el camino. ¡Vosotros habéis de terminarlo! Los muertos marchan hacia adelante, jamás hacia atrás. ¡Las calles libres! ¡Disponerse a marchar! ¡Detrás de los muertos! ¡Adelante! (2)

Sentires y pensares, pero sobretodo sentires

¿Qué sienten? Una cierta fuerza arrebatadora, no es cierto? Algo que quizás hemos escuchado y visto suficientemente muy poco en nuestra izquierda, no es cierto? Al menos después de Lenin y Castro. Han visto allí la crítica que la izquierda chilena no hace. Me pregunto, si la izquierda y en especial la izquierda chilena, ¿tendrá la suficiente entereza y capacidad de seducción para provocar en eso que ella llama masas, lo mismo que acaso cualquiera que lee estos textos puede sentir, en virtud de la necesidad y de una vida cerrada en un esfuerzo ciego sin logros?

Jajá, por no poner una gran carcajada continua. Somos los hijos de una izquierda que fue derrotada hasta los tuétanos, para en su gran mayoría pasarse a la filas del enemigo liberal, desde los más neo hasta los recientes socialdemócratas-comunistas. En nuestro caso, pero especialmente para los dirigentes de la izquierda chilena: Los muertos marchan hacia hacia atrás jamás hacia adelante, jamás. ¡Las calles polvorientas y las nuevas avenidas están hechas por y para esclavos!

Hoy la izquierda no es nada más que fraseología seudo revolucionaria y por continuidad actos de parlamento, producto de la ideología acomodaticia del martirologio y de la victimización. Y de la ideología de la agitación y de la propaganda de un pueblo minoritario con banderitas de plástico, en piedras y en las calles, a lo sumo. Todos en la historia han tenido sus muertos, Pero no todos han hecho con sus muertos lo que ha dejado de hacer, balances más, balances menos, nuestra pobre y triste izquierda.

No se enamoren del poder. (Como no girar a, o potenciar nuestro fascismo cotidiano)

Pero no porque la izquierda sea en suma, pusilánime y carente de convicción, giraremos por necesidad, nosotros masas sin destino, hacia el fascismo. Como la misma izquierda por acomodaticia, giró hacia el neoliberalismo y a la socialdemocracia al ser derrotada en su ineficaz ímpetu revolucionario de antaño. Y aquí hablo de las masas de cuales formo parte, de los trabajadores manuales e intelectuales, de los oficinistas, de la clase media empobrecida, de quienes escuchan los cuentos de los liberales y de la izquierda ricachona en las alturas de algún cerro, y se retuercen en la necesidad real y el desamparo que tan crudamente nos muestran en Chile los terremotos y los aluviones, las lluvias incesantes de un invierno, que no es más que la síntesis espiritual del verdadero sufrimiento cotidiano del pueblo también muy real. Ese pueblo iluso aún, que cree y decrece en la promesa del mercado, en la lucha de unos contra otros para terminar siempre, durante centurias, mascando el ínfimo pedazo de una torta bancaria y usurera putrefacta.

Así, adentrémonos en el Antiedipo de Deleuze y Guattari, pero a través de Foucault, que nos dice:

“(...) En un modesto homenaje a San Francisco de Sales, podría decirse que el Antiedipo es una Introducción a la vida no fascista. Este arte de vivir, contrario a todas las formas de fascismo, estén éstas instaladas o bien cercanas al ser, se acompaña de cierto número de principios esenciales, que resumiría de la manera siguiente si debiera hacer de esta gran obra un manual o una guía para la vida cotidiana:

-Liberen la acción política de toda forma de paranoia unitaria y totalizadora.
-Hagan que la acción, el pensamiento y los deseos crezcan por proliferación. yuxtaposición y disyunción, no por subdivisión o jerarquización piramidal.
-Líbrense de las viejas categorías de lo Negativo (la ley, el límite la castración, la falta la laguna) que el pensamiento occidental ha sostenido como sagradas durante tan largo tiempo en tanto forma de poder y modo de acceso a la realidad. Prefieran lo positivo y lo múltiple, la diferencia a la uniformidad, los flujos a las unidades, los ordenamientos múltiples a los sistemas. Consideren que lo productivo no es sedentario sino nómada.
-No imaginen que haya que estar triste para ser un militante, aún cuando lo que se combata sea abominable. Es el lazo entre el deseo y la realidad (y no su fuga bajo las formas de la representación) lo que posee fuerza revolucionaria.
-No utilicen el pensamiento para dar a la práctica política valor de Verdad; ni la acción política para desacreditar un pensamiento como si éste no fuera más que especulación pura. Utilicen la práctica política como un intensificador del pensamiento, y el análisis como multiplicador de las formas y los ámbitos de intervención de la acción política.
-No exijan de la política el restablecimiento de los derechos del individuo tales como los define la filosofía. El individuo es producto del poder. Lo que hay que hacer es des individualizar por medio de la multiplicación, el desplazamiento, el ordenamiento en combinaciones diferentes. El grupo no ha de ser un lazo orgánico que una individuos jerarquizados sino un constante generador de des individualización.
-No se enamoren del poder.

(...) En el libro (...) tiene lugar algo esencial, algo de la mayor seriedad: el asedio a todas las formas de fascismo, desde aquellas formas (colosales) que nos rodean y aplastan hasta las formas menudas que conforman la amarga tiranía de nuestra vida cotidiana”. (3)

Algunas mínimas y no exhaustivas conclusiones generales

Que a mí mismo, a mis amigos y amigas o a ustedes los interpelen los discursos de Goebbels, de carácter tan leninistas por lo demás, no significa en absoluto que seamos una nueva banda de camisas pardas rabiosas o como diría alguien de la izquierda funcionaria o burocrática: “ahh en el fondo son fascistas, por eso no nos quieren”. Nada más lejos. Probablemente habrán algunos lectores más viejos que se vigorizaron con los discursos de Stalin. Probablemente nos seducen ciertas cuestiones telúricas y de gran fuerza, a falta de una izquierda revolucionaria. O a falta de una izquierda cotidiana enraizada en la vida del pueblo trabajador.

Tampoco significa que seamos como nadie lo es, blancas palomas inmaculadas y antifascistas, al estilo de esa izquierda fascista que anda vociferando que no lo es, lo más probable es que al decir de Foucault, “... todas las formas de fascismo, estén instaladas o bien cercanas al ser”. Y especialmente al ser de la izquierda que aún posee esa paranoia unitaria y totalizadora, que es jerárquica ya sea como centralismo democrático o como castas dirigenciales privilegiadas, que es profundamente sistémica y sedentaria, que está llena de verdades y sobretodo de verdades excluyentes y castigadoras y que por sobre todo, ama el control y el poder a toda costa. Y que de pasada, muy socialdemócratamente ama el típico lenguaje agitativo de raíz estalinista, por sobre los actos que corroboren el arrojo.

Algunas mínimas y no exhaustivas conclusiones particulares

Finalmente y tratando vincular este párrafo a otro tipos de respuesta a las enormes preguntas de Foucault , (aún cuando el mismo trató de contestarlas en el decálogo anterior), “¿cómo librar del fascismo nuestro discurso y nuestros actos, nuestro corazón y nuestros placeres?, ¿cómo expulsar el fascismo incrustado en nuestro comportamiento? ” (4)

No es simple, para nada simple, pero probablemente deba uno comenzar como padre o madre y como pareja, y desde el oficio cotidiano y en su relación con el barrio y la comunidad. Es largo detallar y trabajar en ello: discursos-actos-corazón y placeres sin fascismo, requiere vincular esforzadamente estas realidades propias, al ser cotidiano con otros, con esos otros anteriores a la ideología y a las idealizaciones, o a las mascaradas de discursos públicos, que esconden lo privado fascistizante. Pues desde lo privado es donde se comienza a construir y desde allí se pretende actuar en los micro y macro espacios públicos como micro y macro poderes. Debemos reeducar y metamorfosear nuestro deseo del dominio y de control en función de nuestros particulares intereses, deseo bastardo hijo del individualismo liberal y del autoritarismo izquierdizante.

Por mi parte, yo, no deseo dar respuestas taxativas a esto, porque no termino de trabajar cotidiana y duramente en ello, a la par que deseo firmemente reconstruir la izquierda desde la necesaria tradición antifascista, antiestalinista y anti liberal-socialdemócrata, esa que proviene de la profundidad de Mayo del 68, del socialismo con rostro humano checoeslovaco, del socialismo en libertad y democracia en Chile,y aún cuando parezca paradojal, para llegar a decir con valentía y pasión, con verdadero arrojo, ¡Que nuestros muertos marchen hacia adelante, jamás hacia atrás. ¡Las calles libres! ¡Detrás de los muertos! ¡Adelante!




(1 y 2) Arriesgar la vida, 5-Nov-1928; Un muerto habla 19-Agos.-1929; Joseph Goebbels . “Hacia el Tercer Reich : La lucha del Ejército Pardo de Adolf Hitler por el despertar de Alemania en http://www.resistenciaria.org/hg/tercer.htm.,
(3)El Antiedipo : Introducción a la vida no-fascista ; Michel Foucault (traducido del francés por Claudia Oxman). Fuente: Luis Kancyper. El campo analítico con niños & adolescentes. Zona erógena 18. 1994.
(4) Ibídem 3.