Cantopolítico: diciembre 2009

El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, ni participa. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

jueves, diciembre 24, 2009

No me sumaré: Poema militante


No me sumo
a la desesperación
ni al desconsuelo,
de quienes lloran
sus prebendas
y sus puestos,
no me sumaré.

No me sumo al miedo
de perder el trabajo
rutinario y burocrático,
donde las únicas palomas
que vuelan son papeles,
timbrados por
el Jefe de Servicio
y bendecidos
por el perfume
del Ministro,
no me sumaré.

No me sumo
a la desesperación
ni al desconsuelo
de aquellos
que perderán
bellos contratos
y fáciles servicios,
y que ya no podrán
viajar almidonados
a las playas del caribe
con la familia feliz
o con amantes y sin hijos,
no me sumaré.

No me sumo
a la desesperación
ni al desconsuelo
de actorcillos
pintores y poetas,
de artistas visuales
gestores culturales
y escultores,
de músicos
titiriteros
y bufones,
que le hacen fiesta
al rey desnudo
recogiendo las migajas
del banquete,
reverenciando
sonrisas burlonas
y billetes,
reflejándose
en el espejo
de los ciegos,
no me sumaré.

No me sumo
a la desesperación
ni al desconsuelo,
ni menos al delirio
de los viejos,
de ver al dictador
resucitado,
de mandíbula trabada
y lentes negros,
y a los
Hawker Hunter
trazando el cielo
de Santiago,
no me sumaré.

No me sumo
a la desesperación
ni al desconsuelo,
ni menos
al chantaje emocional
y lloriqueos,
de los sepultureros
de mis sueños,
no me sumaré.

No me sumo
a la desesperación
de última hora,
de quienes
me han desesperado
veinte años,
los desconsiderados
de la vida y de mi pueblo,
que en su corruptela barata
y sectarismo,
que en su tráfico de influencias
y sus acuerdos
con el momiaje sempiterno,
jamás nos han dado
algún consuelo,
no me sumaré
no me sumaré
que no me sumaré.

Fesal Chaín.

lunes, diciembre 21, 2009

Calle Santa Fe


Chile, 5 de octubre de 1974. Es temprano y en una casa de Calle Santa Fe ya están de pie Miguel Enríquez, Humberto Sotomayor, José Bordaz Paz y Carmen Castillo quien espera un hijo de Miguel, su pareja y compañero desde 1973. Carmen sale en busca de una nueva casa donde refugiarse. Regresa a la una de la tarde viendo a Miguel guardando documentos y preparando la defensa del hogar que les servía de escondite. Se trata del líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en quien Salvador Allende había puesto su confianza para la resistencia en Chile luego del Golpe de Estado de 1973 con la famosa frase "ahora le toca a Miguel".

En instantes llega al hogar en bicicleta Humberto, pues la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) ya tenía identificado el Fiat 125 de color celeste en que se desplazaban. —¡La DINA anda dando vueltas! -alertó Miguel, aprestándose a un enfrentamiento que quizás, podría ser el último. En efecto, el lugar ya estaba cercado, según vecinos de la época, por unos 200 efectivos de los organismos de inteligencia y por las temidas camionetas blancas sin patente de la DINA. Derrepente, Miguel Enríquez abre fuego desatando el enfrentamiento. Una bala alcanza a Carmen en el hombro cayendo al suelo. La DINA lanza una granada al hogar. Humberto y José ven a Miguel y Carmen en el suelo devastados y los dan por muertos, por lo que comienzan el escape por las casas aledañas. Al rato Miguel vuelve en sí y reabre fuego hacia los agentes de inteligencia mientras intenta reanimar a Carmen. Luego de un prolongado tiroteo Miguel cae muerto con diez balas en su cuerpo. Carmen es llevada al Hospital Militar donde sobrevive, pero perdiendo al bebé en gestación. Días más tarde es expulsada del país y se exilia en Francia.

El 2007, treinta y tres años despúes, Carmen Castillo finaliza el documental "Calle Santa Fe". Si bien, más que un documental el filme resulta ser más bien un relato personal quizás necesario para Carmen, en él se intenta recrear aquel 5 de ocubtre de 1974, recodar aquel pasado muchas veces innombrable en cualquier reunión familiar, social, etc. Se intentan rememorar los sueños, la esperanza, el terror, la clandestinidad, la sangre, el dolor, la alegría, los errores, las derrotas y victorias. Y en donde Carmen se hace una pregunta: ¿valieron la pena todos los muertos, toda la tortura, todo el dolor?. Quizás sea decisivo cuando afirma:

Ese sábado 5 de octubre de 1974 habita siempre presente, con el vivo pienso-actúo. Sé que mientras estemos con vida, nuestros muertos no están muertos.

Estos fragmentos reunidos de la memoria me han abierto una puerta. Afuera hace calor, y otras voces reinventan juntas el encantamiento del mundo.

Eso hacemos.
Eso intentamos hacer.